unos limpian y otros ensucian

Y el clima para el Encuentro de Integración? Parece que bien. La organización no descuida detalle. Por ahora hay pronóstico de día soleado, y va como muestra esa fotito del amanecer aguasdulcense. Y los preparativos siguen a todo trapo. El lunes de noche se disputó en el club un campeonato interno de ping pong para ver quién nos representa en esa exigente disciplina. El primer lugar se lo llevó Martín Rodríguez, con dolor de espalda y todo. También se preparan otras actividades, como el novedoso certamen de preguntas sobre temas de la zona, que va a dejar en evidencia lo que sabemos de nosotros mismos y de nuestros vecinos.
Y mientras el grupo de organizadores se rompe el alma laburando honorariamente para sacar adelante el evento, y mientras la carta publicada aquí en la entrada anterior corría por los pasillos de la Junta Local, ayer podían verse camiones de la Intendencia volcando ramas en el local que los chicos habían limpiado con tanto esfuerzo. Es evidentemente una tomada de pelo. Estaría bueno que nosotros buscáramos soluciones de este tipo para remediar el problema de la basura en el balneario, ¿no? Ya que la propia Junta Local con su accionar parece indicar que se puede... ¿por qué no llevamos un camión con toda la basura que recolectemos y lo volcamos en la puerta de la Junta en Castillos? Para nosotros sería una solución fantástica: encontramos un lugar donde tirar la basura, lejos de Aguas Dulces, no hay que andar haciendo basureros, ni arreglarlos... ¡Es perfecto por donde se lo mire!
No se preocupen, gente. Era broma. Nosotros no somos tan irracionales. No somos de los que creemos que las cosas se hacen solamente como nosotros queremos sin importarnos nada los demás. No somos de los que creemos que siempre tenemos la razón y que somos los iluminados del Este. No somos de los que pensamos que una sugerencia de los vecinos es como una intromisión en nuestra jurisdicción; no andamos levantando la patita para mear nuestros arbolitos. Así que no esperen de nosotros una revancha así, que no está en nuestro espíritu.
Aunque pensándolo bien, la idea de tirar la basura allí... ¿qué quieren que les diga?... a mí no deja de gustarme.