¡y se casaron, nomás!

Se casaron Sabino y Sandra. Ayer de noche hubo festejo en un Club que, si no fuera por la estufa a leña prendida a todo volumen, parecía estar en una de sus noches de verano, Llegó, para el evento, gente de cuatro departamentos de nuestro país (Canelones, Maldonado, Montevideo y Rocha), y por un rato la esquina céntrica tuvo un atípico movimiento de autos y personas.
Hubo música en vivo a cargo del propio Sabino (tocaría hasta en su propio velorio si pudiera), y el amigo de la casa Mauricio de Souza, además de los siempre presentes tambores de La Kachimba.
Lo que no esperábamos (aunque hubiera sido lógico), y nos dejó a todos sin habla, ¡fue ver a Sabino de traje! El tipo estaba que se pelaba por sacárselo, y no me refiero a lo de la noche de bodas y todo eso. No, realmente hubiera preferido estar con sus bermudas, y ese gorro ridículo que se ponía para cubrirse el pelo cuando cocinaba en La Botica del Gordo. Pero se bancó el traje, con la advertencia: "véanme bien porque es la última vez que me pongo una corbata", prometió. Y esperemos que sea así (entre otras cosas porque significaría que no se va a casar de nuevo).
La feliz pareja se va de luna de miel... ¡a Montevideo! ¿Vió que la mayoría de la gente que se casa se va de luna de miel a una playa? Pero claro, Sabino y Sandra viven a 30 metros de la arena... así que prefirieron buscar algo diferente.
En fin, chicos... ¡Felicidades!