viernes, 7 de marzo de 2008

la música y el tránsito

Esta otra parece escapada de alguna historia de García Márquez. Hace unos días estábamos en el Club, de noche, cerca de las dos de la mañana. Uno de los últimos días de la temporada. Mucha gente. Gente jugando al pool, al ping pong, gente cenando... Y la música a un volumen medio, de medio tirando para abajo. Solamente que un par de parlantes estaba afuera ya que había un grupito haciendo un asado en el parrillero. Ibrahim y Mabel, la porteña Diana y las cordobesas Pipi, Juliana y la Romi. Era el asado de despedida de todos, así que andaban bien alegres, y con un par de parlantes a su disposición.
Y de repente apareció un personaje insólito con una historia insólita. Un veterano panzón, de bigotes tipo Super Mario, vestido con un pantalón gris y la camisa celeste, arrugada, medio por fuera del cinturón. En la mano llevaba una de esas linternas para hacer señales de los inspectores de tránsito. Evidentemente era un inspector de tránsito. De la Intendencia de Rocha. El pintoresco sujeto se dirigió a la barra.
-Muchachos, lamentablemente hay varias denuncias de los vecinos, así que van a tener que bajar la música.
Los que estábamos ahí nos miramos un poco confundidos. Y después lo agarramos entre Marcos, Martín, Néstor y yo. Intentamos hacerle notar que el tema que nos planteaba poco tenía que ver con tránsito, pero no había forma. "Lamentablemente van a tener que bajar la música", repetía. En determinado momento hasta se enojó con Marcos por un comentario de éste, sacó una libreta y una lapicera y amenazó: "¡¿Ah, sí? Ahora les voy a levantar un acta. Se acabó!". Y se fue a escribir a otro lado. Nosotros seguimos en lo nuestro.
Al rato de nuevo. "Muchachos, lamentablemente van a tener que bajar la música. Ya se los dije". Esta vez lo invitamos, debemos reconocer que de no muy buena manera, a retirarse. "Andate, valor. No vamo' a bajar nada".
Nos quedamos tratando de entender qué era todo eso. ¿De verdad un vecino se quejó por la música a un inspector de tránsito? No es lo normal. Lo común es que llamen a la policía. ¿Por qué ese tipo insistía en el tema? Entonces llegó alguien a iluminarnos con la respuesta: "Ché, ¿saben por qué ese inspector quería que bajaran la música? ¡Porque está durmiendo adentro de su camioneta, justo frente a los parlantes!
¡Grande, inspector! Para vos te dedicamos el gesto de la Romi.

3 comentarios:

Juan dijo...

Ja ja ja, pobre tipo! y no se le ocurrió trasladarse con su camioneta a otro lugar más tranquilo de esos que abundan en Aguas Dulces a esa hora y altura de la temporada?

Sigo leyendo a la distancia este incomparable medio de prensa de aquel incomparable lugar...

Cuesta no sentir algo así como las "agujas y alfileres" del tema de Smoky, pero no de dolor, sino de nostalgia por tanto verano, tanta primavera, tanto otoño, y algún que otro invierno pasado en el planeta A.D.

Tanto tiempo deliciosamente perdido.

Qué ganas de seguir perdiéndolo por allá...!

Un afectuoso saludo a "todo" el personal del Herald y a todo vecino q me recuerde.

Sabremos Volver
Sabremos Volver.

adherald dijo...

Ché, Juan, a mí lo único que se me ocurre es que el tipo tenía la camioneta estacionada en un "punto estratégico", en la esquina más céntrica, cosa que si apareciera algún superior pudiera al menos justificar que estaba allí. Pero pobre defensa hubiera podido plantear si lo encontraban durmiendo a pata suelta adentro del vehículo. Bien mirado hasta le hicimos un favor.

Anónimo dijo...

PARA MI LO ESTABA MATANDO EL OLOR A ASADO Y LE DOLIA EL ESTOMAGO AL NOTAR QUE NINGUNO DE NOSOTROS LE ACERCO UN PEDACITO DE CARNE!!!
MUY BUEN ASADO NOS COMIMOS INSPECTOR!!
ROMINA.-