la sirena

Se llama La Sirena, y es una de las dos únicas playas naturistas de Uruguay. La gente se refiere a ella como "la playa nudista", y sin embargo no es tal. La diferencia entre una playa nudista y una naturista es que en la nudista es obligatorio estar como la partera lo trajo a uno al mundo, y las playas naturistas son espacios liberados para que aquel que quiera pueda tomar el sol y bañarse en el mar despojados de todo rastro de ropaje, experiencia que es muy agradable. Hay un par de cosas para decir con respecto a este paseo. La primera es que no hay en la playa infraestructura ninguna; fue designado este espacio para el fin que ahora tiene hace unos pocos años, y por ahora no se ha desarrollado nada su potencial como lugar turístico. O sea: no hay un barcito, ni lugar para pernoctar, y si tiene necesidad de ir al baño va a tener que elegir un lugar discreto, que los hay y muchos. Esperemos que en un futuro no muy lejano se pueda contar con algún tipo de servicio, que además mantenga la playa limpia, y le de comodidad a los visitantes. Pero por ahora es una playa agreste, hermosa y con médanos enormes.
Otra cosa a comentar es lo siguiente: la playa está relativamente cerca del casco urbano de Aguas Dulces (a unos 2 kilómetros del límite noreste del pueblo) por lo que pasa mucha gente caminando por la orilla, lo que no es nada malo, pero que sí puede ser considerado un poco incómodo en algunos casos. Y si se pone en situación va a ver que tiene mucha lógica. Porque a veces la gente se pone a curiosear un poco entre los usuarios, e incluso alguno siempre hay que cree estar haciendo la tal picardía si se lleva unas fotos de recuerdo. Así que le recordamos: este espacio fue creado para disfrute de gente que practica el naturismo, así que respete como le gustaría que a usted lo respeten. Considere que una chica tomando el sol desnuda no significa necesariamente una invitación a que usted se acerque con una sonrisa ganadora en la cara.
En definitiva: este es un espacio diseñado específicamente para un público puntual, pero todos son bienvenidos si se sigue una regla básica de sentido común: evite hacer lo que a usted mismo lo pondría incómodo si lo hicieran los demás.