carta abierta III

Esta carta es a título personal y está dirigida a todos sin excepción. En primer lugar quiero agradecer todos los comentarios de apoyo a lo realizado en este tiempo por el grupo Los Peludos, como simpáticamente ya todos lo llaman, y sepan que ya vamos a quedar pelados también; no se preocupen solo téngannos paciencia.

Y aclaro: esta carta es a título personal porque no tuve oportunidad ni intención de consultar al resto por lo que aquí les cuento.

Para los que no me conocen soy Néstor Sosa, y vivo desde hace 6 años en Aguas Dulces. Hace 3 años que formo parte del grupo y en los tres mi nombre a estado en los documentos que se deben firmar para tener la concesión del Club. En estos años el único vocero de la directiva para con nosotros ha sido el Sr. Roberto Méndez Blanco, con quien gracias al mutuo esfuerzo de “tener cintura” en el dialogo logramos una relación muy buena al punto que su casa de la playa es donde yo habito actualmente de común acuerdo con él. Por medio y coparticipación con él se lograron muchas de las actividades y eventos que realizamos, y aclaro (de él) porque no conozco esa entrega y apoyo de ningún otro directivo de la Institución.

Por medio de él nos enteramos de la disconformidad y preocupación de la directiva para con nosotros, sin solicitud de reunión con el resto.

En este mismo año, mes de Noviembre para ser exactos, nos llegaron noticias de la directiva de que ante un tan buen desempeño en los anteriores años veían como un desgaste de tiempo y energía presentar el Club a licitación.

Es por este vaivén al catalogar y juzgar a las personas de parte de la directiva que no me presento a la licitación del Club de este año, no porque me lo hayan impedido de forma directa. Son tres años sin darles un dolor de cabeza, haciendo de poco mucho, haciendo mérito para ganar justamente lo ganado. Como para ser juzgado sin mirarnos las caras.

Tres años de ganar una buena imagen institucional, logrando que el pueblo vuelva a sentir el club como propio y el visitante una casa de puertas abiertas.

Exceptuando a uno, me pregunto: ¿Cómo la directiva se dejo llenar la oreja de porquerías, y por quién?

Aclarado esto, no creo que tenga que salvar mi reputación y/o contestar cartas directas a quien pueda haberme perjudicado intencionalmente o no. Me jode más que hayan quedado sin trabajo un montón de amigos.

Solo quiero cerrar este ciclo lleno de agradecimiento a todos los que lo hicieron posible con su presencia de la forma que sea y desde el lugar que sea.

Quiero decirles tambien que este año fue muy intenso; desde todos lados llegaron situaciones inesperadas, y van desde salir a paso de tortuga del accidente de los ranchos, trabajar de un oficio nuevo y comer de ello, ser padre a la distancia, hacerse cargo de ser hijo de quienes envejecen, enamorarse y ser un individuo digno de estar vivo.

Y todo esto fumando marihuana regularmente, ¡que lo parió!

Gente, todo esto que pasa no es más que la vida pasando y no hay que darle más trascendencia de la que tiene.

No gasten pólvora en chimangos.

¿Saben qué? Esta semana me fui con Martín a hacer una reforma a una cabaña de madera y paja, en un lugar hermoso llamado La Perla. No me acordé del Club más de dos veces creo. Ya ven.

Que sirva para no equivocarse nuevamente con lo mismo y para seguir adelante aprendiendo.

Llenen de propuestas interesantes a la mesa directiva del club y que sigamos teniendo un lugar interesante donde vivir y veranear.

Gracias por el espacio, Herald, y jódanse si los aburrí... ¿para que se quedaron leyendo?