llega la prima

Se viene la Prima Vera, esa prima famosa que llega de visita todos los años por esta época, con sus valijas llenas de flores, y si bien se la espera para el día 22 de setiembre, exactamente a las 18 horas y 19 minutos, hoy hizo como un amague y nos mandó como adelanto un día de sol espectacular. Y mientras los valiceros tenían su fiesta de carreras de caballos, a beneficio de Los Playeros, acá en el camping viejo se hizo un intento de campeonato. Decimos intento porque de los cuadros invitados, y debido precisamente a las múltiples actividades que habían por ahí, solamente se presentaron dos, que jugaron nada menos que 3 partidos de 60 minutos cada uno, para determinar quién se quedaba con el premio consistente en un cordero y una damajuana de vino. Convengamos que el premio elegido jamás va a ser puesto en disputa, por ejemplo, en un torneo de tennis. O de badmington. Pero acá, vamos a ser objetivos, era de lo más apropiado. Y más aún, fue el motivo perfecto para que todos los jugadores dejaran todo en la cancha.
En el primer partido Aguas Dulces se impuso al equipo castillense por 3 tantos contra uno, remontando un uno a cero en contra con tres goles en el segundo tiempo, arbitrado por el estricto Horacio Santurio. En el segundo, fue empate en tres tantos. Y de acuerdo a lo estipulado con anterioridad se jugó un tercer partido en que los castillenses se impusieron por dos a cero. Consecuencia: después de ¡180 minutos de juego! se fue a penales, que los tiraron los que aún se podían mantener en pié.
Y Aguas Dulces, gracias a la impresionante intervención de un guardameta invitado al que no le pudieron embocar una (sí señor, atajó los cuatro penales que le tiraron) se quedó con el cordero, que en estos precisos momentos debe estar siendo recostado sobre la parrilla. Así que me voy; ustedes comprenderán que el deber nos llama.
¡Aguante la gris-azul!