Aprovechando que el pueblo está tranquilo, y que no hay mayores novedades que los partidos de ping-pong del club, o los campeonatos de truco o pool en lo de Gastelú, que comentaremos también porque merecen, volvemos por última vez al tema de los jaguares. No quisimos dejar de incluir esta carta que desempolvó el Hugo de sus archivos personales. Por el valor que tiene como documento, y porque nos parece que redondea el tema de los jaguares, los tigres rochenses, hoy extintos pero que fueron habitantes dominantes en toda la región.
Al Señor Don Juan de Vertiz y Salcedo
Muy Señor mío: El día 17 del corriente sucedió la desgracia a un hijo del Capitán Fulgencio Alagón, llamado Don Antonio, pues habiendo salido al campo en compañía de un hermano a un paraje que lo llaman el Potrero Chico, no muy lejos de aquí, yendo desprevenido asaltaron al desgraciado dos tigres que lo derribaron en el suelo, y sin escuchar sus lamentos lo cogieron en medio... a cuyo tiempo el compañero los estaba gritando, pero espantándose el caballo de éste y disparándose, los perdió de vista, y con todo de haber vuelto muy pronto con otro que lo acompañó, ya no se encontraron nada, ni rastro, ni más señal que su gorra y cuchillo, habiendo sido igualmente infructuosos cuantos han hecho algunos reconocimientos, creyéndose positivamente que entero se lo llevarían a un bañado que estaba intransitable.
Quedo para que Vuestra Excelencia me mande, etc.
Santa Teresa, abril 18 de 1775
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2 comentarios:
Media porneta la carta....
Oiga, Batman, ¡recuerde que el hombre era español! Está bien, le reconozco que en Rocha y en los tiempos actuales puede llamar a confusión.
Esperamos, de todos modos, no haber herido su sensibilidad :)
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