pienso y resuelvo

Sin ánimo de volver sobre el mismo tema... bué, no. No voy a empezar mintiendo, y menos con un lugar común. En realidad sí tengo todo el ánimo de abordar este tema, no por volver sobre lo mismo, sino porque hay un par de nuevos hechos que no quisiera pasar por alto.
Terminó la temporada y la gente empezó a prepararse para el invierno; algunos hacen arreglos en sus casas, otros disfrutan del fin del ajetreo veraniego. Pero la gente de la Terraza (me refiero a la dueña) se ha puesto inmediatamente a reconstruir la Terracita, el más pequeño espacio que está al lado de su hermana mayor, y que en algún tiempo supo ser un lindo pub del Chelo Lujambio.
El lindo lugar se está transformando ahora en un cajón de bloques y futuro techo de chapas. Pero más allá de eso queremos destacar un par de datos interesantes, que dejaremos sin ninguna conclusión explícita de nuestra parte, para que ustedes los manejen en un ejercicio de lógica que a nosotros se nos escapa. Nos gustaría leer sus conclusiones en forma de comentarios en esta entrada. Vamos a los hechos:
Hecho nº 1) Antes del comienzo de la temporada pasada, el propietario del rancho de la imagen solicitó a la Junta Local de Castillos la autorización correspondiente para repararlo. La respuesta de la Junta fue negativa, en vistas de que el rancho en cuestión estaba "en estado ruinoso". Este rancho pertenece a gente que hace muchos años veranea en Aguas Dulces, y durante toda la temporada pasada estuvo ocupado por una familia que vive aquí todo el año, y que había alquilado su propia casa. La solicitud de reparación contemplaba el mantenimiento de los materiales y dimensiones originales.
Hecho nº 2) Apenas unos días después de terminado Carnaval, una empresa de construcción, con las correspondientes autorizaciones en perfecto orden, comenzó a reconstruir la Terracita. El lugar donde estuvo el local original estuvo durante prácticamente todo el verano totalmente destruído; un desprolijo amontonamiento de tablas y materiales en completo desorden. Ninguna pared permaneció en pie y sin embargo, en este caso, el inmueble no fue declarado como "en estado ruinoso". Por supuesto, nadie utilizó ese espacio durante esos meses de verano. La propietaria del inmueble no vive en Aguas Dulces, ni veranea en el área. Ni siquiera reside en el país, ni es uruguaya, aunque tiene una gran cantidad de inmuebles con fines especulativos en Rocha y Maldonado. La obra, a simple vista, no respeta el tamaño original.
Pienso y resuelvo: ¿dónde está el error? ¿En qué radica esta dualidad de criterios?
Particularmente tenemos la sospecha de que las respuestas pueden ser muchas. Amigos lectores: escuchamos sus voces.