¡festejen, aguasdulcenses, festejen!

Se realizó el sábado el festejo del primer aniversario del Herald. No pudimos contar, por otros compromisos, con alguna gente que nos hubiera gustado que estuvieran. Pero igual estuvo bueno, con piñata incluída y un clima general de buena onda que es el que pretendemos difundir. O sea: parece que vamos por el buen camino.
Eso sí, seguimos sin saber quién es Batman, Te lo Dije, Gatúbela... Mucho menos el famoso anónimo politiquero, por suerte. Porque si en algún momento estuvieron no se dieron a conocer. Lo que sí descubrimos es la identidad de Bo (que nos sorprendió a todos porque nuestras especulaciones previas no apuntaban hacia ella), la chica que dijo que iba a hacer una torta, y que en realidad lo que hizo fue LA torta, de lo más rico que probé en mucho tiempo.
A todos los que asistieron y volcaron toda esa buena onda... gracias. Y esperemos encontrarnos nuevamente en el cumple nº 2, o en cualquier otra excusa que se nos ocurra para juntarnos.

El Balta mira con odio a la piñata, guante de box en mano, poco antes de que la derribara, en el momento para los niños, de lo más divertido de la noche.

Los niños de fiesta con los dulces de la piñata. Aunque vamos a tener que hacer un pequeño ajuste para el año próximo: nótese el desproporcionado tamaño de la niña a la derecha de la imagen. Para el año que viene pondremos una altura máxima de 1,20, con el fin de hacer más pareja la disputa.

La gente de la Barra Grande, una de las estancias donde se puede visitar el Monte de Ombúes, viendo un poco de rock'n'roll, que no solo de naturaleza vive el hombre.

La gente de la empresa de transporte Acá Polonio, haciendo un poco de pre-temporada en Aguas, y festejando con el Herald.

El cartel no-luminoso, bien en el estilo de la célebre Botica del Gordo, utilizado esta vez no para anunciar la aparición del boliche en alguna revista internacional, sino para invitar a un festejo mucho más local. Aguante la Botica y su marketing único.

Marcos Saldain, siempre organizando la movida de los tambores. Fueguito en la calle a pesar del viento, y la gente alrededor.

"Esta es mía, si querés traete un vaso y te convido con un poquito" parece decir el negrito Saralegui a un Osi que no se convence. Atrás Néstor observa.

Lo del Juca Gambarotta fue de antología. Sabido es que no es muy amigo de los trasnoches, así que dijo que iba a intentar asistir, pero considerando que estaba su hermano de visita, y que éste era de acostarse aún más temprano que él, le parecía difícil que pudiera convencerlo. Lo cierto es que Aquiles Gambarotta, el tío Aquiles, apareció cerca de la medianoche... sin el Juca.

Los tambores a pleno, los grandes y la generación que se viene. Entre piñata y juegos con los otros chicos el Balta se hizo un espacio para tocar con los tambores de La Kachimba.

Osiris y el Lagarto haciendo puerta, arrimando los tambores para adentro que afuera soplaba un viento de esos de primavera.

El Cebolla Magallanes y su Blues-Rock mono-band, de estricta etiqueta primaveral . Final de la fiesta ya a altas horas de la madrugada.