raro visitante

Se viene el invierno, y con él empiezan a llegar algunos visitantes que no se ven normalmente el resto del año. Desde hace ya unos días Aguas Dulces tuvo una visita totalmente inusual: un juvenil de Albatros Ceja Negra (Diomedea melanophrys), una de las aves marinas más grandes del mundo (en los adultos las alas abiertas abarcan 2,80 metros). Es un ave pelágica, o sea que pasa la mayor parte de su vida en alta mar, y sale a tierra solamente en época de reproducción. Como no anida en Uruguay, sino bastante más al sur, es muy difícil de ver en nuestro país, aunque eventualmente puede observarse a algún ejemplar volando sobre el mar cerca de la costa. Que éste haya salido es señal de que podría estar enfermo o herido (no es raro que coman algún anzuelo entre los peces de los que se alimentan). En estos momentos este ejemplar fue llevado a la base de los guardaparques de Cabo Polonio, desde donde se intentará su recuperación.
Vale la aclaración entonces, ya que esto es propio de la época: si usted visita la zona costera de Rocha y encuentra aves inusuales en la playa, como pingüinos, albatros, pardelas, etc., no intente recuperarlos usted; trate de ubicar a personas capacitadas para eso, ya que es muy común que los visitantes, con la mejor de las intenciones, perjudiquen al animal dándoles lo que consideran bueno para ellos, y generalmente no es lo que el animal necesita. En caso de no haber nadie disponible, deje al animal solo y procure no estresarlo acercándose demasiado.
Otra recomendación, y que nos tocó a nosotros mismos informar en la propia playa, si ven lobos marinos en la costa (esto puede pasar todo el año) no se acerquen tanto como para asustar al animal; consideren que cuando salen a tierra en un lugar poblado, es porque están agotados o enfermos. La cercanía de la gente puede hacerlos volver al agua, y pueden morir por agotamiento, ahogados, a causa indirecta de la sana curiosidad de los turistas.