cierre temporal de la botica

Se nos fue el Gordo. A Buenos Aires. El popular empresario titular del boliche nocturno más loco de Aguas Dulces se fue a trabajar a una disco de rock'n'roll de la capital argentina. Ayer por la noche se le hizo una íntima y simbólica despedida; y decimos simbólica porque en realidad no es una despedida de esas de mucho tiempo, ya que tiene intenciones de venir al menos una vez por mes. El motivo del alejamiento momentáneo de su local de Aguas, un verdadero clásico que se va a extrañar las noches de este próximo invierno, es económico; el Gordo pretende hacerse con el dinero necesario para una serie de reformas en su local que darán que hablar el próximo verano.
De todos modos expresó horas antes de partir, con esos patones que tiene cubiertos de arena: "No sé cuánto tiempo voy a aguantar sin poder bajar hasta el mar..."
Y es que así es Aguas Dulces, mi viejo. La falta de una economía mayúscula se compensa con un stress minúsculo. Desde el Herald te mandamos un "fuerza, Gordo", y la promesa de que te vamos a estar mandando fotos de todos los asados que hagamos, de las ballenas que se acerquen a la costa, de esas caminatas por la playa en las tardes de sol de invierno... En fin, de todas esas cosas que no debés olvidar para no perder de vista el horizonte.