prefiero a los perros

Es increíble lo desagradable que puede llegar a ser alguna gente cuando se lo propone. Uno que eligió vivir en un lugar que imagina, aún a pesar de todo, como una comunidad privilegiada, se encuentra de tanto en tanto con la evidencia de que nadie está a salvo de las almas infelices. Anoche alguien envenenó a todos los perros de una cuadra. Mató indiscriminadamente a cuanto animal se le acercó a comer. Callejeros o mascotas. Es verdad que hay algunos problemas con la sobrepoblación de perros callejeros; a los que nacen se suman los que abandonan los visitantes al terminar sus vacaciones. No es raro encontrar gente que viene con una mascota, y después le resulta muy complicado llevársela y la abandona a su suerte. Y es verdad que la Intendencia no hace absolutamente nada para buscar una solución. Pero también es verdad que hay que ser una persona muy desagradable para matar cobardemente a todos los animales que vienen a comer de su mano. No es nada lindo que un niño se despierte y vea muertos a todos los perros de la cuadra, incluido el suyo propio. Sólo nos gustaría saber quién fue para ponernos nosotros a salvo, no porque tengamos miedo de que nos pase lo que a los perros, sino porque la sola cercanía de una persona así envenena el alma de la gente buena.