
La antiguamente hiperactiva Gabriela se ha transformado, ya hace algunos meses y por motivos que se desconocen, en un ser completamente casero. El pueblo entero espera que su salida de ayer sea una señal del final de su ostracismo. En la imagen la podemos ver de campera violeta y lentes oscuros, observando cómo el inefable Néstor -siempre protagonista- se dispone a tirar la pelota para cualquier lado.
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