sábado, 6 de octubre de 2007

relleno

¡Qué manera de caer agua! En una tregua de la lluvia fuimos a la "cañada del Cebolla", para constatar que hoy está apta para hacer rafting. La imagen lo dice todo.
La verdad es que en un día como éste no dan ganas de salir a buscar una noticia. ¿Qué quiere? Hasta los encumbrados periodistas de este medio padecen de fiaca. ¿Qué se hace en estos casos? Dicen los que saben que cuando uno tiene que decir algo pero no tiene nada que decir se pone una nota de "relleno". Así que vamos a hacer eso. Por supuesto sabemos que nuestros detractores van a argumentar que TODO nuestro material es de relleno, y ante eso no hay mejor argumento que adelantarnos para quemarles la ironía.
De todos modos el tema del relleno es una cuestión subjetiva. Para alguien que prefiere hablar de política una nota frívola puede ser considerada de relleno, de la misma forma que para un amante de las frivolidades el relleno sería, por ejemplo, una entrevista exclusiva a Fidel Castro. ¡¿Y quién convence al otro?!.
Otra cosa: deberíamos también preguntarnos: ¿es malo el relleno? ¿por qué se le adjudica esa condición negativa? Es innegable que, en algunos casos, el relleno es lo importante. Como en las empanadas. ¡No me va a discutir usted que la abundancia de relleno no categoriza una empanada!
En nuestro caso... usted decide. Yo solo aprovecho que mencioné las empanadas para comentar que es un hermoso día para quedarse en casa, al lado del fuego, cocinando algo rico... Y me parece una excelente oportunidad para abrir una nueva sección en el Herald: el rincón culinario. Exhortamos desde aquí a todos nuestros lectores, especialmente a los locales, a que nos envíen las recetas de cocina que, a su criterio, puedan representarnos por ser típicas de la zona o, mejor aún, inventadas aquí. Empiezo yo, para que tengan un ejemplo.

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