fútbol

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El equipo de fútbol de Aguas Dulces conquistó también el primer puesto en su categoría, aunque el trámite no fue tan sencillo como lo fue para el equipo de vóley. Al hecho de que algunos de sus principales jugadores, como el habilidoso David Arbiza, no son precisamente juveniles, o que otros están algo excedidos de peso (suspendé los postres, Julio), se sumó la condición maratónica del evento, donde estaba previsto jugar todos los partidos de corrido, con dos tiempos de 20 minutos cada uno.
Por la mañana, y aún con cielo nublado, el primer partido dio como resultado un 2 a 0 favorable a Aguas Dulces sobre Valizas. Inmediatamente después el poderoso seleccionado de Cabo Polonio apabulló a Valizas por 4 a 1, quedando para la tarde el partido final.
Es justo señalar el lamentable comportamiento de los jugadores de Aguas Dulces durante la concentración previa a la final, quienes a la hora del almuerzo se auto-agasajaron con ingentes cantidades de chorizos al pan y cerveza, al punto de que muchos dudábamos de que tuvieran siquiera la intención de jugar el partido definitorio.
Pero no. Contra todo pronóstico los dos equipos salieron a la cancha y Aguas Dulces logró una victoria a la uruguaya: un temprano gol de Julio con la nuca, y luego línea de 8 en la defensa, con una espectacular actuación del guardameta Domingo Peregalli. Los últimos minutos fueron un verdadero martirio para los aguasdulcenses, especialmente porque los organizadores se negaban a terminar el partido. Siempre aparecía algún reloj por el que faltaban uno o dos minutos más. El segundo tiempo contó con la escandalosa cantidad de seis minutos de descuento, y si finalmente terminó fue por la airada protesta de la barra brava María José González, que logró intimidar al improvisado juez.
En la imagen vemos a los jugadores, cuerpo técnico y simpatizantes de los dos equipos posando juntos antes de irse a retomar la interrumpida ronda de cerveza.