sábado, 29 de septiembre de 2007

staff

Staff, y por qué somos mejores

el Quique
: diseño, mantenimiento, distribución, redacción, corrección, fotografía, entrevistas, publicidad, cadete.

el López: diseño, mantenimiento, distribución, redacción, corrección, fotografía, entrevistas, publicidad, cadete.
Vieja del Agua: columnista marítima invitada

Sí señor, el personal de este periódico es de 3 (tres) personas. Para borrarle esa sonrisita socarrona, y demostrarle nuestro faraónico despliegue de recursos humanos, déjenos hacerle notar lo siguiente:
3 personas en 300 habitantes representan el 1% de la población. De lo que se desprende que el 1% de los habitantes de Aguas Dulces están abocados a la realización de este periódico. Por si no se puso a hacer cuentas: si otros periódicos mantuvieran esta misma proporción, el diario "El País" de Montevideo, por poner un ejemplo, debería emplear a unas 13.500 personas, el "Clarín" de Buenos Aires, a unas 150.000, y el "Folha de São Paulo" debería contar con la chinesca cifra de 250.000 empleados. Por supuesto que esto no es así, por lo que podemos afirmar que, al menos en lo que respecta a recursos humanos, los diarios mencionados como ejemplo, y valga una famosa expresión popular, no nos llegan ni a los talones. ¡Ajá! Vemos que ya no se ríe tanto.
Permítanos continuar:
Vamos a fijar para este ejemplo el precio de un periódico común en U$S 1 (un dolar estadounidense), por ponerlo en una moneda que todo el mundo entiende. Vamos a suponer que usted es un lector asiduo de periódicos, o sea que compra el diario a diario. Comprar su periódico favorito todos los días le representa un gasto de 30 dólares al mes (31 varias veces al año, y 28 en el mejor de los casos). De paso, ¿se da cuenta de que su inversión anual para informarse a través de un periódico tipo es de unos 365 dólares estadounidenses? ¿Y que si estimamos su vida útil como lector de diarios en unos cincuenta años, deberá disponer a lo largo de su vida de la friolera de 18.250 dólares para complacer su necesidad de estar informado? ¡Es una locura! Con ese dinero usted podría comprarse una pequeña chacra en un lugar apartado y apacible, y no tendría necesidad de informarse de nada. Pero volvamos a la realidad. Decíamos: treinta dólares por mes en un país como Uruguay donde el salario mínimo es de unos 3000 pesos (aproximadamente 120 dólares estadounidenses). Si usted gana el salario mínimo, para leer el diario todos los días debería invertir el 25% de su sueldo. Bah, seamos coherentes: si usted gana el salario mínimo no puede invertir un solo peso en diarios. El acceso a nuestro periódico es completamente gratuito. Bueno, salvo los costos que demanda la conexión a internet, pero siempre hay algún alma caritativa con banda ancha que gentilmente ofrece su acceso a lectores menos privilegiados. De lo que se desprende que nuestro diario es mucho más democrático que la mayoría de los que andan por ahí, ya que apunta a que lo pueda leer todo el mundo y no solamente el que pueda darse el lujo de comprarlo.
Usted nos puede decir ahora, utilizando una lógica obtusa, que si se pueden prestar las herramientas para ingresar a internet, también se puede prestar un periódico tradicional. ¡No, señor! En primer lugar nadie quiere pedir un diario prestado. Por dos motivos: a) que pedir un diario prestado implica que uno no dispone del dinero "ni siquiera para un diario". La gente es muy puntillosa en ese sentido; se puede ser pobre pero no se debe andar demostrando demasiado. Y b) si pidiéramos un diario prestado lógicamente tendríamos que esperar a que lo leyera el propietario, y la esposa del propietario, y los hijos, el padre, y el tío del propietario, y la madre de su esposa... Cuando llega a usted las noticias ya son viejas, le viene con las palabras cruzadas hechas, y en el peor de los casos con algún cupón recortado que en la parte de atrás justo tenía los resultados de los partidos del domingo, que era lo único que usted quería leer. Por la otra parte, nadie quiere prestar un diario, ya que generalmente nadie lo devuelve (y nadie quiere pasar por amarrete al ir a reclamarlo), perdiéndose así la mayor utilidad que presta un periódico: proveer el material básico para encender el fuego.
Esto nos lleva al siguiente punto.
Hemos pesado un ejemplar de un conocido diario de Montevideo, el que acusó en la balanza 670 gramos de papel. Supongamos, a modo de ejemplo, que el matutino en cuestión tiene un tiraje de 30.000 ejemplares (los tirajes varían mucho de acuerdo al día de la semana del que se trate; los domingos no sólo el diario pesa más sino que se emiten más del doble de la cantidad de ejemplares mencionada). Una sencilla multiplicación nos informa que ese día, y para hacer únicamente ese periódico, se emplearon poco más de 20 toneladas de papel. Como promedio se emplean unos 17 árboles adultos para generar una tonelada de papel. Lo que nos sugiere que el costo en vidas arbóreas, para la edición de ese único día de ese único diario, fue de 340. Trescientos cuarenta árboles para que usted lea, entre otras cosas, que es preocupante el ritmo de deforestación en todo el mundo. Las pruebas son indiscutibles, señores: el Aguas Dulces Herald tiene una postura ecologista mucho más coherente que el de la mayoría de los diarios del mundo, y más aún, y sin temor a caer en la exageración, que el de la mismísima National Geographic.
Por último debemos hacer notar la absoluta libertad de opinión que este medio se enorgullece de ostentar. Usted no debe ignorar que la inmensa mayoría de los periódicos responden a los intereses de uno u otro partido político; y que esos intereses tiñen las noticias, más o menos ostensiblemente, con los colores que tal partido promueva. Dese cuenta que en una ciudad en la que los habitantes se cuentan por millones, un diario se transforma en una herramienta para llegar a cientos de miles de potenciales votantes, ya sea a nivel político nacional o departamental, o en la elección de los cargos de una gran diversidad de instituciones públicas y privadas. No es precisamente un secreto que la promoción de una campaña cuesta una fortuna, y que para los medios, la época de elecciones representa el período de bonanza, lo mismo que la cosecha al agricultor, o la guerra al vendedor de armas. Los aspirantes a cargos elegibles bien saben del poder de los medios, y se apresuran a hacer alianzas con éstos. Y a su vez los medios se apresuran a complacer a estos candidatos que, en caso de ganar, se encargarían de apuntalar sus propios intereses. La alianza perfecta: uno que quiere ser elegido se junta con otros que quieren que lo elijan.
Acá en Aguas Dulces no pasan esas cosas. Al contrario, hay que estar rogándole a la gente para que ocupe un cargo en una institución. Se dice por ahí que todo el mundo tiene un precio, y el nuestro... qué sé yo... la verdad es que aún no lo hemos investigado mucho. Sospechamos que no debe ser muy alto, vamos a decir la verdad. Pero, aún así, aquí no habría nadie dispuesto a pagarlo. Así que ese viejo axioma que plantea que "sin tentación no hay pecado" nos transforma en periodistas verdaderamente libres e independientes.
Pero no se confunda; sabemos que nuestra postura es temporal. Sabemos que cambiaremos nuestra forma de conducir este periódico cuando las condiciones lo impongan y nuestro público lo reclame, porque a éste nos debemos. Nos transformaremos como el día en la noche, y nos adaptaremos al nuevo medio, cuando Aguas Dulces sea un gran conglomerado de rascacielos, con miles de habitantes corriendo de un lado a otro para poder cumplir desesperadamente con sus obligaciones; cuando los líderes políticos, como el Cacho o Quintanita, se arranquen los ojos en encarnizadas batallas por la presidencia de la Liga de Turismo y empiece así nuestra época de vacas gordas. Cuando el pueblo se transforme en metrópolis; en una máquina eficiente de producir ciudadanos con los valores promedio del mundo global, y los beneficios económicos sean superiores a la pérdida en calidad de vida.
O sea: nunca.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Grandiosa! No hay otra palabra para calificar esta perorata disquisitiva. Tal vez sólo después de haber tirado la toalla se pueda bailar sobre el ring.

Anónimo dijo...

Excelente emprendimiento, los felicito, me maté de risa leyendo, Arriba el Herald!
Nicolás
www.aguasdulces.com.uy

Anónimo dijo...

Felicidades a los puños que firman los textos, Parabéns. Noticias como las de AG dibujan una sonrisa de añoranza al otro lado del río.

Anónimo dijo...

Estamos geográficamente lejos pero este medio no sólo nos trae la permanente presencia de la querida gente del AD, sino que nos vuelve a hacer sentir su calidez. No hace más que mantener tendido el puente que nos une, pero me pregunto: hay alguna otra categoría que no sea habitantes y/o habitués? Hay caritas del staff que no se han visto... noanónimosoyariel

Anónimo dijo...

Pues, 10% de la población abocada a editar un periódico me parece que es demasiado. quizá deban hacer escala y agregar algún balneario cercano...

Administrador dijo...

Dios es testigo del regocijo que representa, para mí, un texto inteligente y divertido. Y también Dios certifica lo que disfruté esta reflexión de vida que es la presentación del staff del Aguas Dulces Herald. Sencillamente gracias por ese mar armónico de caracteres...

Saludos, El Gallego (1,36% habitante de Aguas Dulces, algunos días de semana de carnaval).

PD: La utilización de la figura divina no es por una cuestión de Fe. Simplemente no tengo a más nadie que me salga de testigo, de garantía o que me preste un peso...

Anónimo dijo...

No seré original: qué linda prosa!
Cuesta hoy por hoy leer cosas bien redactadas y con chispa(y sin faltas de ortografía).

Salú Gerald!
:-)
gustavo

2012 dijo...

un gusto unirme al club de lectores de este prestigioso periódico,
debo decir que me atrapo su editorial,
saludos!

Anónimo dijo...

Por Intermedio de ustedes, quiero desearles una FELIZ NAVIDAD, UN BUEN AÑO 2009,a ustede que hacen posible esto y a todos los aguadulcenses .Que se mantenga la escencia de este periódico, al que accedo todos los días. Con Cariño un abrazote virtual.

Hugo dijo...

me divertí leyendo hasta que me cansá: ¡¡que largoooooo ! pero es que yo soy de Montevideo y eso me hace ansioso. Buena onda, sigan y arriba AD!!

Anónimo dijo...

siempre clarito con las cuentas... jajaja! cada día entro a leer un pedacito más de este heraldo y me divierto como cuando éramos jóvenes... =P (además de informarme, claro, cosas que raramente andan juntas)
gabriela petit