postergación obligada por fuerzas superiores

Días de sol a pleno son los que estamos pasando; tardes típicamente primaverales que están haciendo a todo el mundo salir de sus cuevas. Pero parece que se termina el recreo. Dicen que al mal tiempo hay que ponerle buena cara. Qué sé yo... si no hay más remedio. Lo que no parece tener remedio es la lluvia que está programada por tata dios, justo, pero justo, para el día sábado, en el que pensábamos hacer nuestra Fiesta de la Primavera. Y como el sentido común no nos da para meternos en contra a fuerzas tan superiores, e indiferentes a nuestros pesares, decidimos postergar la fiesta unos días, a la espera de las mejores condiciones climatológicas. Y ya que estamos con los refranes, les dejamos éste que creamos recién y que está destinado a la fama internacional: "no hay mal que por bien no venga". ¿Qué les pareció?
La Fiesta de la Primavera se hará entonces el sábado que viene, sábado 18 de setiembre, por decirlo en formato periodístico, dios-de-las-aguas-que-caen-del-cielo mediante. Y el bien que por mal viene, al que hacíamos referencia, en el caso de nuestra fiesta tiene varias puntas: primero, nos da una semanita más para que la organización salga tan perfecta como debe salir; segundo, vamos a estar en vacaciones de primavera, más cerca de la fecha oficial de la prima homenajeada, lo que nos lleva al punto tercero: va a venir más gente, especialmente una persona que espera nuestro señor director (atención Sabino y Sandra :). El punto cuarto es que seguramente va a hacer más calor; el quinto es que el día será unos cinco minutos más largo, y el sexto es que no habrá que retirarse a las 19 horas para asisitir a la reunión con el Alcalde y sus consejales, reunión que sí va a hacerse este próximo sábado 11, y aprovechamos para recordárselo a todos ustedes: es importante concurrir, si es que quiere dar su opinión en lo que respecta a lo que puede hacerse por Aguas Dulces, a nivel de gobierno departamental, en los próximos cinco años.
Como ven, no hay mal que por bien no venga, como se lo decíamos en esta novedosa frase. Sólo recemos ahora que la lluvia tenga a bien aguantarse ese fin de semana, y podamos tener nuestra fiesta como todos nos merecemos.