faroles de medio horario

Algunos vecinos se han acercado a la redacción del Herald (léase, la biblioteca) para manifestar cierta incredulidad ante un hecho que no puede ser calificado menos que de curioso. El nuevo sistema lumínico ha sido ya puesto en funcionamiento. La vieja discusión entre luz o no luz terminó. Se han instalado varios picos de luz por todo el pueblo, y se espera que se pongan algunos más en los próximos días. Potentes, con esa luz naranja, antipática pero efectiva, en nuestra humilde opinión poco respetuosa con la estética tradicional del balneario. Rancho'e paja y faroles anti-niebla, qué quiere que le diga, me suena a la biblia y el calefón.
Pero lo curioso no es esto, sino lo siguiente: los focos nuevos, así como los de la Cachimba y Faroles, vienen siendo sistemáticamente apagados a la una de la mañana. Los primeros días se pensó que era como una especie de prueba, pero los días pasan y el esquema es el mismo: luz hasta la una, y después la misma oscuridad de siempre. Los vecinos que se acercaron a manifestarnos esto aseguran que llamaron repetidamente a la Junta, y allí se les informó que sí señor: a esa hora se apagan.
Con cierta sensación de haber vuelto a la infancia, cuando mamá apagaba la luz cuando uno se quedaba dormido mirando la tele, nos preguntamos el motivo de esta medida. Sobre todo considerando que uno de motivos más esgrimidos para iluminar todo el pueblo fue el referente a la seguridad. ¡Yo calculo que los ladrones no hacen horario de oficina! Es más, es como si les apagaran la luz a la hora que ellos están empezando a salir.
Bueno, que las cosas están así. Llegó el "progreso" al pueblo, y la luz se hizo, pero poquito rato cada día, no sea cosa que se vaya a gastar.