domingo, 21 de diciembre de 2008

tema de seguridad

Se viene el verano, el pueblo ya está algo movido y los visitantes, especialmente los que vienen todos los años, se muestran preocupados por las noticias sobre la inseguridad. Queremos aclarar nuevamente este punto: Aguas Dulces no tiene un índice de delincuencia mayor que el de otros balnearios de Rocha o del resto del país, aunque sí hay un incremento a nivel global de ese índice.
La preocupación lógica de la gente se viene dando por la nueva modalidad de robo en estos últimos tiempos, que los policías conocen internamente como "robo de alcoba" (el ladrón entra en la casa sin hacer el mínimo ruido cuando los ocupantes están durmiendo). Esta modalidad no es tan frecuente en temporada alta, ya que la presencia policial y de prefectura es mucho mayor, pero sí se han dado algunos casos con visitantes de temporada baja. De todos modos sería bueno que los visitantes tomen las mismas precauciones que tomarían en sus ciudades al salir de sus casas, o al irse a dormir.
Al respecto, recibimos una carta de alguien que visita habitualmente el balneario, que nos pidió que no publicáramos su nombre. Lo hacemos previa aclaración de que se están tomando medidas a nivel departamental para encarar este problema en todos los balnearios rochenses. Pero, por supuesto, todo aporte u opinión de la gente de Aguas Dulces es bienvenida en el Herald.

Hola Javier:
el fin de semana del 6, 7 y 8 estuve en Aguas Dulces y me enteré de este diario, me pareció estupendo. Es más a la gente que conozco de ahí le dije que apenas regresara a Buenos Aires entraba a la página para ver como estaba.
Bueno, como prometí,lo estoy haciendo pero lamentablemente para usar a vuestro diario para mostrar el dolor que sufrimos mi familia y amigos, cuando el lunes en la madrugada fuimos asaltados, en mi rancho y nosotros durmiendo con nuestros hijos, que le caminaron por encima de la cabeza y todo.
Cuando salí de aca les dije a mis amigos que iban a conocer un paraíso natural, que era mi "Rocha querido", y entre ellos Aguas Dulces, y mirá como nos fue.
Regresaron sin un peso, dolidos, tristes y llorando (los niños) por el mal rato que nos hicieron pasar una manga de "chorros" que le parece que más fácil que ponerse a laburar es robarle a los turistas que laburamos para tener las cosas y que con mil sacrificios hacemos 1100 kilóometros para disfrutar de las bellezas de Aguas Dulces y descansar, que lo tenemos merecido.
Decime, Javier, a quién puedo yo como rochense ofertarles a los argentinos que visiten nuestras playas si apenas llegan los roban sin perdón.
Acá tenemos que peleara todos para que esto no suceda más, porque los "amigos de lo ajeno", nos van a correr a los turistas que después de una expriencia como esa no quieren regresar jamás.
Desde acá estoy a sus órdenes, para levantar firmas para pedir más seguridad, para hablar con quien sea para mejorar esto, porque sino "AGUADULCENSES" esto se va al cagajo (perdón por la expresión).
En lo personal con lo que me robaron me "jodieron las vacaciones", poder pasar las fiestas con mi familia en Uruguay.
Muchas gracias por publicar esta simple pero dolorida carta.
Estoy a sus órdenes

C.U.

Lo último que queremos acotar, y esto se habló en la reunión pasada con los jefes de Policía y Prefectura: Aguas Dulces podrá ser un paraíso a los ojos de los visitantes, pero no escapa a las tendencias del mundo actual. Ese paraíso que hacía que nos fuéramos a dormir con la puerta abierta, lamentablemente ya es sólo un recuerdo. Así que repetimos, no está de más tomar las mismas precauciones que tomarían en cualquier otro lado, en sus casas, o en su visita a una ciudad más grande. Creemos que con un poco de prevención, estos hechos podrían minimizarse, y la gente tener así las vacaciones que vienen a buscar.

3 comentarios:

Jean Carvalen dijo...

Lamentable lo que le ocurrió al amigo, pero siempre que te toca es así. Te sientes realmente mal y está esa impotencia que te acompaña por un buen rato. Vayan a él mis mas sinceras simpatías y espero que no desista en venir al balneario y gracias por comunicar su problema pues es comunicando las cosas que a veces se pueden tomar medidas.
Efectivamente el modo ese de entrar mientras duermes te altera las cosas, por no decir los nervios. No se si seguirán así en verano pero a nadie le gusta dormir encerrado en verano a menos que haya aire acondicionado y bueno...
Quizá las rejas, siempre y cuando estén bien amuradas y la distancia entre barrotes sea la apropiada...
Los mosquiteros no frenan a nadie, doy fé, te los cortan y además del robo tienes que reponerlos.
A veces un pequeño cofre empotrado es útil para este sistema, lo importante es que sea a combinación que se pueda cambiar con cada inquilino, pero es a donde irán cuando tú estes en la playa.
Los escondrijos ingeniosos a veces funcionan.
Por lo general lo mejor es no traer joyas ni objetos cuya pérdida lamentaremos.
Si hubiera un banco o cajero automático en la zona,(aquí pienso en Castillos, que no está tan lejos) siempre es recomendable ir retirando pequeñas cantidades de dinero a medida que es necesario.
Conocer a los vecinos, presentarse y si cuadra tener sus números de celular a mano para llamarlos en caso de ver algo extraño.
En fin, imagino que hay cosas que dependen de los propietarios (rejas, posibles cofres de seguridad) y otras de los inquilinos o visitantes (precaución con los valores y disciplina), pero si cada uno aporta un poquito seguro "los amigos de lo ajeno", como decían los viejos diarios, se irán a otro sitio donde la gente se cuide menos, no hay que olvidar que son básicamente oportunistas y ante una buena organización buscarán nuevas fronteras.

Anónimo dijo...

Es muy triste dedicar energía en asuntos como éstos; deberíamos hacerlo en otras cosas, más saludables, más para arriba. Pero es una realidad, a la cual no podemos escapar, ni mirar para el costado, debemos enfrentarla. Y en lo posible derrotarla, y me refiero a esa mala onda, a esa ola de robos. Me parece que lo más adecuado es la prevención, lógicamente. Me hace acordar de alguna vez que estuve recorriendo algunos balnearios de Brasil, de los más afamados y de gran renombre, y una de las cosas que más me llamó la atención era que en todas las casas y hoteles y aparts, en todas eh, había sistemas de altísima seguridad, y muchos eran cercas electrificadas; además de cámaras y muros y rejas de 3 metros y perros y guardias de seguridad. No veías un policía en la calle, pero nadie entraba a robar en las casas, sencillamente porque no se podía. Solo una anécdota de alguien que vió algo distinto, no digo que tengamos que llegar a ello, pero yo en mis ventanas tengo rejas y tranco la puerta con llave. Precauciones nada más. Feliz Navidad y buen comienzo de año. No tomen mucho que después se olvidan de trancar las puertas y ventanas y aparecen los muchachos...Nos vemos ahí

Anónimo dijo...

Sí gatubela, yo propongo un robot con rayos laser como lo vi en la tv. Experiencias que uno comparte...