¡vamo' los playeros!

Ayer, en nuestro poco utilizado papel de cronista de deportes, fuimos a la cancha a ver jugar a Los Playeros, el cuadro "Senior" (35 añitos o más) conformado por gente de Valizas, Aguas Dulces y el Polonio, que jugaron en Castillos su segundo encuentro por el campeonato local de la categoría. Vaya uno a saber si estaban inspirados por la presencia de la prensa, o si se habían tomado algún vino antes del partido, pero lo cierto es que Los Playeros aplastaron a Repecho por cinco tantos contra cero. En el caso de uno de nuestros créditos locales, Martín Rodríguez, sabemos perfectamente donde estaba la raíz de su desempeño extra; Repecho utiliza camiseta amarilla y pantalón negro, combinación que pone fuera de sí a Martín, haciendo que sus ojos se inyecten de sangre, baje la cabeza y embista como un toro desbocado.

Ya en los primeros minutos un curioso incidente, que podría haber terminado en un hecho desagradable, determinó el trámite del encuentro; el golero de Repecho, cansado (debemos decir que con cierta justicia) de que sus compañeros no atendieran sus indicaciones, se calentó, se sacó los guantes y cantó: "no juego más, me voy". Y se fue. Sin pedir cambio ni nada, justo en el momento en que Artigas García se disponía a ejecutar un tiro libre al borde del área. A Artigas se le notaba de lejos la intención de patear igual, pero el juez paró el encuentro. No nos queda muy claro ese punto del reglamento; porque el golero no estaba caído, técnicamente estaba jugando. ¿Qué juez le puede decir a un golero donde debe pararse para intentar atajar un tiro libre, si en el medio del arco o al costado del banderín del corner? De todos modos debemos reconocer que si Artigas hubiera pateado y convertido el gol, y éste hubiera sido validado, se habría armado una temprana gresca generalizada.

Lo demás fue un trámite. Repecho se dedicó a defender (cuando quisieron reaccionar en el segundo tiempo ya fue tarde) y le dio espacio a Los Playeros. Abrió la cuenta el Negro, con pase de Martín, poco después de que éste metiera un pelotazo en el horizontal que provocó las clásicas expresiones de ¡qué culo! en la tribuna (este cronista no pudo establecer si se referían a la buena fortuna de Repecho o a una popular forma de sugerir que la intención de Martín no había sido patear al arco). Luego amplió diferencias el Cacho García, con un golazo de cabeza, y aumentó el propio Martín con un tiro cruzado a la derecha del golero, con su pierna menos hábil. Así se fueron al descanso, y la vuelta encontró a un Repecho un poco más animado, intentando ir arriba. Pero los dos golazos siguientes, el cuarto una volea de el Huevo desde el borde del área, y el quinto de Artigas García, de un tiro libre que todavía se lo debe estar contando a sus amigos, terminó con las esperanzas de los amarillos.

Cinco a cero, y la moral nuevamente en alto tras la anterior derrota. Hay que mencionar que muchos "veteranos" se bancaron los noventa minutos dejando todo en la cancha, como nuestro David Arbiza, aunque en los últimos instantes del partido ya miraban para la cantina, con el parrillero prendido y los cajones de cerveza a la vista, y pedían la hora al juez con cara de súplica.
El Herald seguirá con interés el avance de este campeonato, e informará a sus lectores de sus acontecimientos más destacados, tengan o no que ver con el fútbol.

En las imágenes vemos: superior, el cuadro posando para la prensa; centro, el ataque fue constante durante todo el primer tiempo; e inferior, la poco profesional dieta deportiva de los jugadores, cerveza y chorizo al pan. Por lo menos esto fue después del partido...