tangolpeando

Esta información que damos hoy no tiene mucho que ver con Aguas Dulces, pero la incluimos porque trata sobre un amigo del lugar; no diremos un "habitué" porque recién vino este verano por primera vez, pero se pasó un montón de días con su familia, al punto de que casi hay que echarlo para que volviera a sus ocupaciones en Buenos Aires.
Nos llegó la información de que el Lobo Zepol y su banda estrenan finalmente su espectáculo "Tangolpeando". El evento será en el Centro Cultural Adán Buenosayres, en Parque Chacabuco, obviamente en Buenos Aires, Argentina. Lamentablemente es difícil que los de acá concurramos, pero sabemos que algunos nos leen en la capital argentina, aunque más no sea el Gordo y su grupo de allegados. Y si está en nuestras manos mostrarle esta música al menos a una persona nos sentiremos satisfechos, porque seguro que esto crecerá como bola e'nieve (estoy seguro aunque nunca haya visto nieve en mi vida). No lo digo como un deseo, ni recomendamos esto por el Lobo, con quien hemos sabido compartir unos asados fantásticos al final de esta temporada, cuando ya el pueblo se había librado un poco del vértigo veraniego, sino porque escuchamos una grabación del material que dio origen a este show, y nos pareció impresionante. Tango con una personalidad y una originalidad en el sonido (sin perder la esencia del género) que nos dejó con muchas ganas de más.
Bueno, no iremos a Baires, pero con suerte lograremos cristalizar la idea de traerlos a Aguas, y balnearios cercanos, el verano que viene. Atento, Gordo, vos como empresario (ahora) con plata, bien podrías darte una vuelta y sumarte a la movida de traer a los chicos para que toquen en La Botica, aunque vas a tener que ampliarla, porque tocan con mucho más que una guitarra y un cajón peruano.
La info está en el afiche que incluimos como imagen, aunque va igual por las dudas: viernes 30 de mayo, a las 20:30 horas en el Centro Cultural Adán Buenosayres, en Parque Chacabuco, bajo la autopista a la altura de Avenida Asamblea al 1200, o de Avenida Eva Perón al 1400. La entrada es libre, aunque se pasará la vieja y querida gorra.
Y para los suspicaces de siempre: esto no es un espacio publicitario; es una genuina recomendación personal de mi parte. Las gracias por abrirles los ojos (o en este caso los oídos) me las pueden enviar después a mi correo.