Ayer, en el Club, se desarrolló un campeonato de voleyball en duplas que dio para hablar. En primer lugar por la fecha elegida para el evento, justo el día de culminación de la maratónica fiesta de La Terraza, que de paso decimos que terminó ya pasadas las dos de la tarde y que se desarrolló sin ningún tipo de incidentes desagradables, con la única excepción de un baile erótico realizado por un deshinibido Néstor. En realidad algunas fuentes fiables dicen que el polémico baile fue una cosita de nada, pero siempre hay quien lo agranda todo. Volviendo al tema: el voley estaba programado para las 17:30, o sea apenas tres horas y media después de finalizado el After Hour. Obviamente a la hora de inicio no había nadie. Arrancó allá por las siete y media con diez parejas anotadas (varias deserciones por imposibilidad física de levantarse).
Desde el vamos la sorpresa la dieron dos chicos de unos doce años que le ganaron a una pareja conformada por dos habitués de la cancha de voley en verano. Los grandes empezaron a jugarle a los chicos con cierta condescendencia y cuando quisieron acordarse estaban afuera del campeonato. ¿Se acuerda usted de la fábula de la tortuga y la liebre? Los dos chicos finalmente llegaron a semifinales.
En la final, jugada ya entrada la noche, se impuso el equipo conformado por Cristian y Gastón a la pareja Yoaquina - Gonzalo. Queremos destacar acá el gran gesto de los ganadores en compartir su premio, consitente en tres cervezas y dos pizzetas con muzzarella, con el equipo derrotado en la final y otros participantes, incluyendo algunos organizadores del evento y hasta algunos de los que no pudieron participar por los rigores de la noche anterior. ¡Eso es espíritu deportivo: todos juntos tomando cerveza y sin poder levantarse de sus sillas!
miércoles, 6 de febrero de 2008
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