¡¡¿trabajando?!!

Ayer pasamos un momento por El Cuento y nos topamos con el Monoco luchando con una carretilla. Ya es sabido en el pueblo que uno anda siempre con la camarita encima; algunos no le prestan atención al hecho (la mayoría), otros se preocupan de que se les saque una foto despeinado, o metiéndose un dedo en la nariz; y por último están los que te piden que les saques fotos y escribas sobre ellos.
Hay que reseñar acá que el Monoco no es como Charly García, por ejemplo. Charly busca aparecer en la prensa haciendo tonterías de forma fría y calculada, porque es la manera que tiene de vender algún disco. Lo del Monoco es más sano: él quiere aparecer porque le parece divertido, para reirse un rato después cuando le cuente a sus amigos que apareció en un diario, aunque no sea más que éste.
Así que ayer, cuando nos cruzamos con él, nos pidió entre risas que le sacáramos una foto. Y que la pusiéramos, porque sino ¿para qué íbamos a sacarle una foto? ¿Cómo explicarle que no podíamos andar poniendo fotos porque sí, onda "saluditos" de la radio? Sin muchas expectativas buscamos algo que nos permitiera incluir un comentario del Monoco, y de repente nos cayó la ficha. Los árboles no nos estaban dejando ver el bosque. La noticia, y de las de primera plana, era precisamente esa: ¡¡El Monoco estaba trabajando!! Claro, entre tanto ajetreo pasó desapercibido, pero Cacho se encargó de aclararlo: laburó, y en forma totalmente voluntaria, de sol a sol y todos los días desde que empezaron las obras de limpieza y reconstrucción del lugar.
Vaya aquí entonces nuestro reconocimiento al trabajador, y nuestro sentido homenaje al autor del incendio. Otro enorme punto a su favor: ¡logró despertar las ganas de trabajar en el Monoco! No, si al final hasta vamos a tener que levantar el monumento al incendiario...